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SERMONES ESCRITOS

. . Sermones escritos - para predicar. A continuación ponemos a tu disposición un listado de sermones escritos, temas y textos c...

jueves, 28 de septiembre de 2017

Sermones: Dios nos anima.
Introducción: Dios es quien sana a su pueblo, y vemos que en el ambiente más complicado el Señor muestra su poder y gloria. 

Según Éxodo 15:22 el pueblo de Israel estaba pasando por el desierto, ellos habían caminado 3 días sin agua, y lamentablemente las que hallan ahora son aguas amargas, precisamente por eso su nombre: aguas de Mara (aún en la actualidad allí hay aguas amargas y saladas, no aptas para el consumo humano), sin embargo en medio de todo esto el Señor manifestó su gloria, él cambió completamente la situación, pues es Dios quien transforma los sabores más amargos de la vida. Veamos: 


Sermón: Dios nos anima.


Nos dice la Biblia en Éxodo 15:26-27 “y dijo: Si oyeres con atención la voz de Jehová tu Dios, y haces lo recto delante de sus ojos, y sí dieres oído a sus mandamientos, y guardares con diligencia sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios vendrá contra ti; porque yo soy Jehová tu sanador. Y entonces ellos llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a aquellas aguas”.

Vemos que aparece en la Escritura por vez primera el nombre “Jehová Rapha” (que quiere decir: el Señor Sana), fue entonces esto una nueva revelación del Señor a su pueblo en las aguas amargas de Mara halladas en el desierto. ¿Por qué el Señor Sanador muestra su poder ante su pueblo transformando en dulces anas aguas saladas y amargas?

La región donde ocurre éste milagro es costera, cercana al mar Rojo, tierra cuyo suelo es muy rico en sodio (por ejemplo el Mar Muerto es llamado de ésta manera porque allí no hay vida, esto se debe a su alto nivel de salinidad, diez veces más que el mar normal).

Esto nos enseña que donde hay muerte, Jesucristo el Señor genera vida; que en el seco desierto, el Señor puede hacer reverdecer un jardín; que ante las adversidades nuestro Dios hace evidente su gloria; que ante la maldición el Señor puede establecer su bendición, él es todopoderoso y soberano. Dios nos anima.   

El Señor renueva a los israelitas quienes van camino a la tierra que él les ha prometido. Los israelitas venían fatigados, cansados, y tal vez muchos desanimados, pero el Señor no sólo endulzó aquellas amargas aguas sino que los guió hasta Elim, Éxodo 15:27.

La palabra Elim quiere decir: “arboles grandes”. Por lo general éste lugar es identificado con el Wâds Gharandel, a unos noventa y seis kilómetros al sudeste de Suez, el cual mantiene una vegetación abundante de palmeras, acacias y tamarindos, así como una fuente de agua permanente que genera 4.770 litros cada minuto. Israel halló allí sombra para refugiarse, descansar, y mucha agua para beber, y así renovar sus fuerzas para seguir adelante.   

Nos dice la Biblia “Doce fuentes de aguas” número que no es casualidad. Son aguas no estancadas, fluyen con fuerza y abundancia (y Dios proveyó una fuente para cada tribu: porque el Señor tiene suficiencia para todos sus hijos).

Todos ellos bajo aquellas palmeras y en medio de aquel gran desierto, renovaron sus fuerzas, así como también llenaron sus recipientes de agua para seguir hacía el propósito de Dios: conquistar la tierra que fluye leche y miel.

Conclusión: Aunque en muchas ocasiones el camino nos pueda parecer adverso y difícil, el Señor nos renueva y fortalece, con su poder y bondad acomoda las cosas para animarnos a perseverar y seguir adelante. Nosotros no podemos quedar a mitad del camino, es fundamental avanzar hacia el destino que Dios ha trazado para nuestra vida y descendencia. Siempre el poder de Dios será más grande que la dificultad. 


Escrito por pastor Gonzalo Sanabria. 

Te invitamos a leer el sermón: "DETRÁS DE TODA CRISIS, HAY UNA GRAN OPORTUNIDAD"

      

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Sermón: Es necesario creer en Dios.

Introducción: Cuando el gigante Goliat desafiaba al ejército de Israel ninguno de los soldados hebreos ni el rey Saúl salían a hacerle frente, todos estaban llenos de temor dice la Biblia. Finalmente David, un joven sin experiencia en la guerra, pero con fe y valor lo derrotó, porque creyó que Dios iba con él.

La Escritura nos dice: “No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio”, es decir el Señor nos ha equipado para superar los miedos… 
   

Sermón: Es necesario creer en Dios.


1) Dios es nuestro proveedor y protector (Génesis 30:43 - 31:3)

Comentario 1: La Escritura nos enseña que Jacob había trabajado para Laban por 20 años. Acordaron que las ovejas que nacieran de ciertos colores serían el pago de Jacob, y el resto sería propiedad de Laban. Al ver Laban que a Jacob le iba muy bien le cambió el acuerdo inicial diez veces, pero Dios siempre le daba la mejor parte a Jacob. Nuestra bendición y provisión viene del Señor, y eso debemos mantenerlo presente siempre. 




Comentario 2: A causa de la prosperidad de Dios sobre Jacob, los hijos de Laban y él mismo cambiaron su semblante. Entonces el Señor le habló a Jacob y lo mandó de nuevo a la tierra de sus padres y le hace una promesa en Génesis 31:3 “y yo estaré contigo”.

Era una promesa muy valiosa por los peligros del viaje que emprendía. Lo más importante no son las bendiciones que cosecharemos, sino que la presencia de Dios vaya con nosotros. las otras cosas vendrán por añadidura.      

2) El temor afecta la mente y el corazón (Génesis 32:6-8).    

Comentario: Ahora Jacob se acerca al encuentro con su hermano Esaú, y había enviado unos mensajeros procurando preparar el terreno y tener un buen encuentro. Los mensajeros le informan que su hermano viene con cuatrocientos hombres y Jacob “Tuvo gran temor, y se angustió”.

Nos dice la Biblia “gran temor” no fue un pequeño susto, fue un gran temor que invadió su corazón y alteró todo su ser, la paz de su corazón huyó, y su fe fue afectada tremendamente. Situación que afecta la toma de decisiones. Por eso es necesario creer en Dios.    

3) La ausencia de fe ve solamente el fracaso.

Comentario 1: El miedo y la angustia alteran nuestros pensamientos y hasta los latidos del corazón, pues todo nuestro ser lamentablemente se prepara para lo peor. Vemos una predisposición al fracaso. En contraste la fe se dispone para alcanzar la victoria y ver los milagros de Dios a su favor. 

Comentario 2: El temor y la angustia nos impulsan a tomar decisiones, pero éstas están diseñadas para aliviar el fracaso que vendrá, y ante la ausencia de fe no se considera una victoria o bendición de Dios.

Por eso Jacob distribuye el pueblo y todo su ganado en dos campamentos, porque decía dentro de sí: “Sí Esaú ataca un campamento, el otro escapará”. Cuando confiamos en el Señor nuestro corazón descansa en el poder y en la obra sobrenatural de Dios.

Conclusión: Es necesario creer en Dios, la fe en su poder y soberanía nos levanta sobre los problemas. El temor permite al enemigo sembrar la incredulidad y una visión oscura y pesimista. Cuando creemos en el poder de Dios los problemas disminuyen su tamaño y el Señor se hace grande.  

Escrito por pastor Gonzalo Sanabria. 

Te invitamos a leer el sermón: "LOS PLANES DEL SEÑOR SON PERFECTOS"

      

lunes, 25 de septiembre de 2017

Temas: Jesús rescata nuestra vida.
Introducción: En cierta ocasión el Señor Jesús llegó a una sinagoga para predicar. Debemos tener en cuenta que a la sinagoga sólo entraban judíos y no judíos pero convertidos la ley. Había allí una mujer judía y encorvada que había ido a adorar a Dios, había seguramente muchas sinagogas en aquel tiempo, pero en ésta en particular estaba el Señor Jesús para impartir sanidad, el poder de Dios transforma las cosas…

Sermón: Jesús rescata nuestra vida.


Nos dice Lucas 13:10-11 que “Enseñaba Jesús en una sinagoga en día de reposo; y estaba allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía un espíritu de enfermedad, y ella andaba encorvada, y en ninguna manera podía enderezarse”.

Vemos a una mujer piadosa, ella estaba en aquella sinagoga adorando al Señor, lamentablemente sufría una penosa enfermedad. Nos dice la Escritura que hacía dieciocho años ella “tenía espíritu de enfermedad” (recordemos que ésta mujer era judía, estaba bajo el pacto, era descendiente de Abraham, y asistía fielmente a las reuniones en la sinagoga), pero aquel espíritu de enfermedad la afligía.

Ésta mujer trataba de llevar una vida normal, tal vez intentó ayudarse de alguna manera, pero este temas era de naturaleza espiritual (es importante tener en cuenta que no todas las enfermedades tiene un origen demoniaco, pero sin duda el Señor Jesús es sanador de todas ellas).




La Biblia nos dice que ésta mujer andaba encorvada físicamente (ella no podía enderezarse de manera natural), vemos entonces que aquella condición espiritual se notaba en lo natural (“encorvada”). No podemos ignorar tampoco que su vida familiar y social, y por supuesto espiritual estaba siendo afectada por esa situación, ya que para muchos ella estaba bajo maldición.

Es muy interesante ver que la figura encorvada puede representar además una carga que se lleva y su peso es tal que doblega las fuerzas de la persona (aquí hacemos referencia a heridas, crisis, miedos, angustias, resentimientos, frustraciones, etc, cosas que no se entregan al Señor y por tanto generan fatiga y desgaste en la persona).

La Biblia nos dice que finalmente aquella mujer fue sanada por el Señor Jesús: “Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios” Lucas 13:12-13. El Señor siempre obra a favor nuestro. Podemos ver al detalle que Jesús hizo varias cosas: “la vio”, “la llamó”, “le dijo” y “la tocó”. Son acciones donde vemos el cuidado de Dios por sus hijos.



(Nota especial: Te invitamos a adquirir nuestro libro “Cómo enfrentar y superar las crisis” Mensajes cristianos de superación personal”. Puedes adquirirlo ahora aquí en: “CÓMO ENFRENTAR Y SUPERAR LAS CRISIS”). 


Tal vez ésta mujer no era importante para las personas allí, pero el Señor Jesús la vio; probablemente nadie le tuvo en cuenta, pero el Señor Jesús la llamó; a lo mejor pocas personas le hablaban, pero el Señor Jesús le dijo; podemos también concluir que hacía muchos años su esposo no la tocaba, y tal vez su familia no la abrazaba, pero el Señor Jesús la tocó.

Es muy importante aquí tener presente que tú eres un(a) hijo(a) de Dios y siempre él estará pendiente de tu vida. El Señor Jesús desea que levantes tu cabeza y avances en victoria. El pasaje bíblico nos enseña que “ella se enderezó y glorificaba a Dios”; entonces por 18 años sus ojos miraron hacia abajo, al suelo, su aflicción era de gran peso, pero ella “se enderezó”, ésta palabra “enderezar” se traduce del griego “anorthoo” que significa además: Reconstruir, restaurar. Jesús restauró la vida de ésta mujer.

Probablemente su condición no le permitía fluir en una adoración poderosa en la presencia de Dios, pero ahora experimenta un nuevo nivel en su adoración, otro nivel de presencia de Dios, cosas nuevas que antes no había tenido, ella recibe liberación en su alma, en su espíritu e ingresa a una nueva libertad de adoración.

Conclusión: El Señor Jesucristo sigue siendo el mismo, y desea tocarte, restaurar tu vida, tu adoración. No sé qué pueda tenerte con la cabeza abajo, pero sin duda en Cristo esta la solución y victoria. Acércate a él y deja que actué en tu vida con libertad.   

Escrito por pastor Gonzalo Sanabria. 

Te invitamos a leer el sermón: "UN CORAZÓN APASIONADO POR DIOS"

jueves, 21 de septiembre de 2017

Sermón: Adelante, Dios va contigo.

Introducción: Puede sucedernos que al manipular algo se nos daña en nuestras manos y al tratar de repararlo, cometemos un error más, podemos entonces reaccionar con enojo y golpear el objeto, y así terminamos de dañarlo. En otras situaciones quizá te ha ocurrido que por la ira damos respuestas que lastiman los corazones. Con cierta frecuencia podemos ser presa del enojo, de la ira o la angustia. Es necesario con la ayuda de Dios administrar bien este tipo de situaciones. Podemos hacernos ahora una pregunta: ¿Cómo nos conducimos cuando estamos bajo presión?... 

Sermón: Adelante, Dios va contigo.


Nos dice la Biblia en Números 20:2-3 “Y porque no había agua para la congregación, el pueblo se juntó contra Moisés y Aarón. Y hablaron contra Moisés, expresando: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová Dios!”.

Los problemas son una realidad del camino, y la mayoría de las veces deseamos no tener que enfrentar aquello, pero es necesario tener presente que las dificultades nos ayudan a madurar y a crecer como hijos de Dios. Las adversidades son parte del diseño de Dios para nuestra formación, y por eso es muy importante ver en cada una de estas una oportunidad para ver el poder del Señor a nuestro favor. Adelante, Dios va contigo.   




Las crisis producen diversas reacciones en las personas. En éste situación las Sagradas Escrituras nos dicen que “ellos se juntaron contra Moisés y Aarón”, esto representa oposición, rebelión, son actitudes generadas por el enojo o ira en el corazón de los israelitas. El motivo era que “no había agua en el desierto de Zin”, el desierto y la escasez de agua produjo ira y enojo. Como sucede con frecuencia en nuestra vida cuando las cosas no salen como deseamos o esperamos.

En el versículo tres nos enseña la Biblia: “Habló el pueblo contra Moisés”, vemos pues que surge la murmuración, la calumnia, éstas son palabras en contra de Moisés, y en contra de sus propias vidas, pues dicen: “ojala hubiéramos muerto”. La Escritura nos enseña que la equivocación de sus antepasados fue la murmuración, pero ellos no habían aprendido la lección.

Ten presente: No aprender las enseñanzas del pasado, es construir las equivocaciones del mañana; por eso nos dice también la Biblia: “hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor”.

Vemos además que la presión que ejercía el desierto y la escasez de agua (o provisión) hace que ellos expresen su enojo e inconformismo del pasado que estaba guardado en el corazón de los israelitas: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! (ya que algunos capítulos atrás habían muerto Coré, Datán y Abiram, su familias y muchas otras personas).

En los versículos 4-5 se pronuncian palabras de desaliento y menosprecio, aunque el mismo Señor iba delante de su pueblo durante el día en una nube y en la noche con una columna de fuego, decían: “¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar?”.

Cuando la adversidad produce angustia y ésta gobierna el corazón del ser humano, la visión del presente y del futuro tiende a ser es oscura, triste y de total fracaso, el pueblo todo lo veía mal, y expresan el deseo de morir.  

Ante todo esto lo correcto es buscar la dirección del Señor, nos dice la Biblia que “se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos” Números 20:6.

Es lo que debemos hacer, y es allí donde hallaremos fortaleza para continuar, y la dirección para tomar decisiones precisas y correctas, no dirigidas por la crisis emocional o por la presión de otros, y cuando seguimos la dirección de Dios veremos su poder manifestarse dándonos una gran victoria.

Reflexión final: Moisés y Aarón representan a aquel que sirve al Señor. Quien sirve a Dios debe procurar una comunión con él, pues está expuesto a la incomprensión de los demás, a las calumnias, hallará oposición y lo más seguro murmuración, y puede ser de aquellos a quienes ha servido con amor y diligencia.

Todo aquel que considera el servicio a Dios no está exento de adversidades, pero puede estar seguro de la ayuda del Señor. Moisés buscó la dirección de Dios y fue respaldado. Así que no te desanimes, el Señor está contigo. 

Escrito por pastor Gonzalo Sanabria. 

Te invitamos a leer el sermón: "PODEROSO ES DIOS PARA TRANSFORMAR TODAS LAS COSAS"



Sermones.  Adelante, Dios va contigo.  Temas para predicar -  

martes, 19 de septiembre de 2017

Sermón: La fe en Dios.
Introducción: La fe es la puerta de acceso a la salvación en Cristo Jesús. Es también la puerta de acceso para caminar en lo sobrenatural de Dios. Mediante la fe en Dios las promesas divinas pasan a ser realidades. Cuando creemos en el Señor y en su palabra y avanzamos en esa dirección, no hay muralla o enemigo que pueda detener el plan divino… 

Sermón: La fe en Dios. 


1) Confía en las promesas de Dios, Hebreos 11:1

“Es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

La fe está basada o fundada en las palabras de Dios, no en las emociones o sentimientos del hombre los cuales cambian con suma facilidad de la noche a la mañana. En contraste con esto, la palabra de Dios permanece para siempre, pues no hay mentira ni cambio en él. Dios es verdadero y fiel.

La fe es garantía de las bendiciones que vendrán y de las conquistas que lograremos. La fe es la profunda seguridad de la protección y presencia de Dios a nuestro lado, aunque no lo veamos con nuestros ojos físicos. La fe es la confianza en la fidelidad y cuidado del Señor sobre cada uno de sus hijos, aunque a veces las circunstancias o dificultades griten lo contrario.


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  2) La fe en Dios sigue siendo el medio para alcanzar grandes victorias, Hebreos 11:2.

“Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos”.

Por la fe el hijo de Dios alcanza buen testimonio, es decir la fe en Jesucristo transforma nuestro caminar en la tierra y nos impulsa a lograr metas significativas en su voluntad. Para identificar a los antiguos podemos seguir leyendo éste hermoso capítulo once de Hebreos y veremos a Noé, Abraham, Moisés, el profeta Daniel, etc.

Éstos alcanzaron buen testimonio no sólo por un estilo de vida diferente y por los logros y victorias alcanzadas, sino porque con su fe agradaron el corazón del Señor y fueron aprobados por él. Así como ellos en el tiempo pasado, hoy alcanzaremos buen testimonio mediante la fe en Dios.    

3) Mediante la fe es posible entender las cosas de Dios, Hebreos 11:3.

“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.

Procurar comprender con nuestra mente o razón la obra de Dios, su poder y soberanía, es una tarea prácticamente imposible, pues no puede nuestra pequeña mente entender la grandeza de Dios a cabalidad. Precisamente por esto dijo Pablo “Cuan insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos” Rom. 11:33.

En Hebreos 11:3 también podemos ver el inmenso poder de la palabra de Dios, por ella fue constituido el universo, la palabra de Dios es también la que sostiene todo lo creado: “… quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” Hebreos 1:3. Es importante entonces cuidar nuestra manera de hablar, pues la vida y la muerte están en poder de la lengua.

Se nos enseña también que cómo actúa la palabra de Dios: “de manera que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”. Al declarar, confesar o soltar la palabra de Dios (guiados por el Espíritu Santo) ésta sale cargada de poder para cumplir aquello para lo cual es enviada por Dios.

Cuando oramos y permitimos al Espíritu Santo dirigir nuestra oración, las palabras que salen de nuestra boca se constituyen en la herramienta divina para que la voluntad de Dios se haga en la tierra, es cuando la palabra del Señor en la espada del Espíritu saliendo por nuestra boca. Es el tiempo cuando lo que no vemos, pero creemos, se hace visible y real.    




4) La fe nos lleva a acercarnos a Dios de manera correcta, Hebreos 11:4.  

“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto aún habla por ella”.

Ambos Caín y Abel se acercaron a Dios con sus ofrendas, sin embargo motivado por la fe Abel presento un sacrificio excelente. Esto nos quiere decir que él se acercó al Señor de acuerdo al diseño establecido por él, que era a través de la sangre de un cordero.

Caín quiso acercarse a Dios a su manera, por eso trajo el fruto de la tierra; pero Abel por la fe lo hizo a través de un cordero, símbolo de Jesucristo el Señor. Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres. Caín representa al ser humano que quiere buscar a Dios a su manera, y procura ser justificado por sus propias obras.    

5) La fe en Dios transforma nuestro estilo de vida, y aviva nuestra vida espiritual, Hebreos 11:5.

“Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque los traspuso Dios; y antes que fueses traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.

Vemos en Enoc un caso particular y muy especial, también es la primera figura o símbolo del arrebatamiento futuro de la iglesia. Después de ser traspuesto, nos dice la Biblia que Enoc no fue hallado y por eso deducimos que él fue buscado por su familia y contemporáneos, pero no lo hallaron pues Dios mismo se lo llevó.

Nuevamente nos dice el Espíritu Santo que Enoc “alcanzó testimonio” de haber agradado a Dios. Vemos entonces que la fe no sólo nos lleva a alcanzar grandes cosas para el Señor, sino que además la fe transforma nuestro estilo de vida.    

6) La fe agrada a Dios, Hebreos 11:6.

“Peros in fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.

Es muy interesante ver aquí un “imposible” y es pretender agradar a Dios sin fe. Al considerar varios milagros de Jesús en el Nuevo Testamento podemos ver que varias veces el Señor pregunto ¿Crees que puedo hacerlo? Lo que nos enseña que la acción sobrenatural y poderosa de Dios requiere la fe de sus hijos. En éste caso la fe está relacionada con dos aspectos:

a) “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay”. Es decir, cuando buscamos a Dios, oramos y ayunamos, o tomamos la decisión de un mayor compromiso con él, es necesario creer que él es real, creer que él nos espera siempre con los brazos abiertos, creer que sus ojos y oídos siempre están atentos a nuestro caminar y a nuestras oraciones en la tierra. Todo aquel que busca o se acerca a Dios nunca saldrá decepcionado, sólo la incredulidad estorba el alcance de la gracia y misericordia del Señor.        

b) “Dios es galardonador de los que le buscan”. La palabra galardonador aquí significa: uno que paga jornal, uno que recompensa, uno que otorga galardón o premio. El Señor Jesús enseñó que sí buscamos al Padre Celestial en secreto él nos recompensará en público. Entonces buscar a Dios con perseverancia y constancia es una excelente decisión. Buscar a Dios es sembrar una excelente semilla que luego nos dará una poderosa y abundante cosecha. 

7) La fe nos llevará a obedecer a Dios, aunque sea difícil comprender sus planes, Hebreos 11:7.  

“Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”.

Noé fue un hombre temeroso de Dios, y el Señor mismo le advirtió acerca del juicio que venía debido a la maldad de los hombres sobre la tierra: el diluvio. Aunque Dios le habló de cosas que aún no se veían ni se habían visto, pues no llovía sobre la tierra sino que “subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra” Génesis 2:6, a pesar de todo esto Noé decidió creerle a Dios.

Nos dice el texto que “con temor preparó el arca” entonces la fe y el temor de Dios caminan de la mano. Si bien es cierto que la fe nos impulsa a caminar para conquistar grandes cosas para Dios, el temor del Señor nos ayuda a apartarnos del mal camino y dar siempre la gloria al Señor por todo lo alcanzado.

Por la fe Noé salvó su familia, esto nos recuerda que la fe al acercarnos a Jesús transforma nuestra vida y quienes están alrededor ven ese poderoso cambio, provocando en el corazón de ellos el deseo de conocer al Señor Jesucristo, y así alcanzar salvación.  
    
Reflexión final: Cuando decidimos creer en Jesucristo no sólo nuestra vida es bendecida y transformada, también se convierte en un testimonio de vida que impactará a muchos. Sin duda la verdadera fe en Cristo va mucho más allá de las palabras, es un testimonio vivo del poder de Dios en una persona.  


Escrito por pastor Gonzalo Sanabria. 

Te invitamos a leer el sermón: "JESÚS SANA EL CUERPO Y EL CORAZÓN"



Sermones.  La fe en Dios.  Temas para predicar -   

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